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Relatos Verídicos de Terror del Abuelo Juan

"Oh lala" Parte 4

"El Exorcismo"



Tomando en cuenta todo lo que nos había pasado, prácticamente a todos los que trabajábamos en el "Oh lala", y bajo la promesa de doña Nora de acabar con esa situación mediante un especie de "exorcismo", aunque para nada con el que conocemos en la película, que fue eminentemente eclesiástico, sino por estudios paranormales, y el propósito era acabar con las malas vibras y posiblemente brujería y salaciones, o malas acciones.

Así que nos pusimos de acuerdo y por la tarde de un día ya con los accesorios, velas y otras cosas y productos que se necesitan para estos casos, doña Nora llegó al "Oh lala" acompañada con otras personas de su confianza, todos conocidos y amigos nuestros, pues esa gente de la farándula recuerdo a un joven cantante Sergio Flavio, muy buena persona, así como a un tremendo saxofonista Daniel . Que completaba el gasto como taxista - El Sr. George Palafox, dueño - El Gran Damián, gerente - Guillermo el cantinero, el Sr. "Bacali" y yo al último de la cola todos bajo las ordenes de doña Nora.

No recuerdo si hubo más personas, lo que si recuerdo es que el instrumento principal era un péndulo plateado, con una cadena larga y una especie de balin grande que doña Nora probó haciéndolo girar hacia uno y otro lado.

George llevaría el péndulo y por lo tanto sería el segundo en la fila, la primera sería doña Nora que iba armada con una especie de puñal - también plateado - y que supuestamente detectaría las malas vibras y cosas negativas y se las trasmitiría al péndulo que sería el que "diría" la ruta a seguir con nuestras velas en las manos.

Comenzamos a caminar por el Oh lala, y las velas de cera bendita no sirvieron de nada, pues a los primeros pasos se apagaron y ya no les pudimos prender. - El péndulo giraba y giraba como loco, haciéndonos sentir una sensación de escalofríos y temor, pues ver girar el péndulo no era nada agradable pues no tenía lógica.

La pista de baile, los pasillos, el stand de música, la barra, todo fue exorcizado - El péndulo no dejaba de girar y el puñal seguía "cortando" las malas vibras. Cuando alguien dijo:

- En los baños el agua se esta tirando.

Así que hacía allá nos dirigimos y comenzó el terror.

En cuanto doña Nora avanzó hacia el baño de las damas el péndulo dejó de girar sobre si mismo y comenzó a ¡Elevarse en forma horizontal! ¡Contra todas las leyes de la gravedad! y luego lo impresionante cuando doña Nora gritaba pidiendo ayuda pues el puñal de plata amenazaba con enterrarse en su pecho.

- ¡Rápido! ¡Rápido Damián! Gritaba George. - ¡Ayúdale a Nora!
- ¡El puñal, el puñal! gritaba Nora ya con la ayuda del Gran Damián y su gran fuerza física.

Entramos al baño de mujeres y el péndulo parecía que se le escaparía de las manos de George pues estaba totalmente tenso en posición horizontal - Daniel se acercó a ayudarle un poco. Los gritos ahogados, algunos más estridentes y hasta con groserías que se supone no debíamos decir, pero, sentir que algo o alguien que no vez te impida o quiera impedirte seguir adelante era o fue horrible ya que adentro del baño y haciendo doña Nora lo que el protocolo  ordena, el péndulo fue tomando su posición vertical.

El Sr. Bacali que creo que ya les platiqué, no era del 100% normal y siendo nosotros los últimos en entrar me dijo en forma de preguntas: 

- Sentí como que alguien no me quería dejar entrar y me empujó del pecho ¿y a ti?, 
- También Bacali, también a mi.
- A bueno.  Me contestó más tranquilo - ¿Entonces fue natural verdad? 
- Si Bacali, así es. Le contesté.
- Lo que no entiendo es porque el puñal quería matar a doña Nora ¿viste?
- Si, yo tampoco lo entiendo. Dije.
- Aja, lo bueno es que el Damián esta bien fuerte, que si no pobre Nora.
- Así es Bacali, así es. Mientras mis piernas amenazaban con no sostenerme - Vi a los demás y se que todos todos estaban peor que yo, después de todo yo era el último de la fila.

El baño de los hombres fue una copia de la entrada al baño de las mujeres pero el péndulo no logró ponerse en posición horizontal y el puñal en manos de Damián ya no resultó un peligro.

En las jardineras a lo largo de la escalera de entrada y salida el péndulo volvió a girar por lo que se procedió a escarbar encontrándose con unos ocho panes, al parecer birotes petrificados. - Se pusieron en bolsas y el péndulo volvió a la normalidad.

Ya habían pasado varios minutos de que había terminado la ceremonia y el color no volvía a nosotros ni la voz, la respiración ni la tranquilidad. 

Pero la vida sigue y un buen rato después, comíamos como náufragos de 15 días en el restaurant de doña Nora mientras con más calma ya platicábamos lo que habíamos experimentado - Mientras el Sr. Bacali me preguntó:

- ¿Y ya en la noche voy a dormir tranquilo?...



No sé... A mi me comisionaron a la Isla Guadalupe y algunos meses después cuando regresé el Oh lala ya había sido cerrado y su entrada al bar fue clausurada.

¿Alguien quiere hacer una visita nocturna al bar? Adelante, estoy seguro que será todavía una gran experiencia - Un consejo: No lleve ningún puñal.

Juan Manuel Solís Solis

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