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La torre de Londres


Construida en el siglo XI por Guillermo I El Conquistador, la historia de este lugar es muy dilatada, desde el año 1066 fue una temible prisión donde fueron encerrados personajes ilustres, después fue un castillo, después un depósito de armas, casa de la moneda, zoo donde se guardaban animales de la realeza y, finalmente, gracias a sus muros inexpugnables, el lugar donde se guardan las famosas joyas de la Corona británica.


Pero en la época donde la Torre era una prisión, desde al año 1100, los muros fueron testigos de la sangre derramada por miles de victimas que allí fueron ejecutadas y comenzaron a forjar la oscura leyenda negra de este lugar.

La actividad paranormal de este lugar es todo un record, ya que en el año 1241 ya se hablaba de un fantasma que pululaba entre estos muros, el del canciller Thomas Becket, que fue gobernador de la Torre y fue asesinado durante una misa por orden del rey Enrique II en 1170. La torre estaba en obras de restauración que se retrasó durante años debido a accidentes que acabaron con la vida de algunos trabajadores, algunos de ellos fueron testigos del fantasma de Becket, y durante mucho tiempo nadie quiso trabajar en esas obras.

Desde ese punto, el lugar se convirtió en un sitio temible, y que allí se ejecutara a miles de personas al ser prisión de estado, no ayudó demasiado, de hecho cientos de personas hablaban de ser testigos de apariciones, e incluso de auténticas procesiones de difuntos, muchos de ellos sin cabeza.

Durante siglos la actividad de la torre decayó, hasta que en mayo de 1471 el rey Enrique VI,  fue apuñalado por orden de Eduardo IV, mientras que rezaba en su capilla privada en la torre Wakefield,  este hecho avivó el temor y la aversión del pueblo a este edificio, y las apariciones regresaron. Se decía que era frecuente ver en la misma capilla donde fue asesinado, al difunto rey rezando, de hecho esta es una de las apariciones más vista hasta nuestros días, ya que muchos turistas afirman haberle visto  en ese lugar.

Al ser asesinado Eduardo IV, su trono vacante  fue a parar a Ricardo III , duque de Gloucester. Este al ser rey y para que su corona no se viera amenazada, en 1483 declaró que los otros dos hijos del difunto, los niños  Eduardo V y su hermano el Duque de York,  eran ilegítimos y fueron encerrados en la torre de Londres. No se les volvió a ver más. Se dice que fueron ejecutados en la torre sangrienta, y testigos afirmaban haberlos visto errando y cogidos de la mano vestidos de blanco, hasta que en el año 1674, sus huesos fueron hallados y enterrados en una ceremonia religiosa. Desde ese momento dejaron de ser vistos, a pesar de que se siguieron escribiendo historias sobre ellos y sus apariciones.

Estos primeros asesinatos de la realeza fueron el comienzo de una larga y sangrienta lista que no haría más que engrosar la leyenda negra del lugar. Algunos de los miembros reales más conocidos ejecutados en la Torre de Londres acusados de traición, fueron: William Hastings, barón de Hasting (1483), Tomás Moro, (1535), Ana Bolena, reina consorte (1536), Margaret Pole, condesa de Salisbury (1541), Juana Bolena, vizcondesa de Rochford (1542), Catalina Howard, reina consorte (1542), Jane Grey, reina (1554) y Robert Devereux, conde de Essex (1601).

Precisamente Anna Bolena es la más famosa de esta lista, ya que es el espíritu que más y con mayor frecuencia se aparece por la Torre.

Una de las manifestaciones más famosas y extrañas del fantasma se produce, en invierno de 1864. Una noche, un guardia es encontrado inconsciente. Acusado de haberse quedado dormido en su puesto compadece ante un tribunal militar, donde relata su escalofriante encuentro. Al amanecer ve salir de la niebla una silueta blanca con un tocado, pero sin cabeza sobre los hombros, que se dirige hacia él. Después de hacer las tres advertencias de rigor, el soldado se acercó a la silueta, que lleva la cabeza bajo el brazo, pero cuando la bayoneta de su fusil la atraviesa, un rayo se propagó a lo largo del cañón, y cae inconsciente. Esta increíble historia fue respaldada   por dos soldados y un oficial que atestiguaron haber visto al espectro por una ventana. Cuando se averiguó que el fantasma, en los cuatro casos, fue visto justo debajo de la ventana del cuarto en el que Ana Bolena pasó su última noche antes de su ejecución, el tribunal optó por liberar al guardia.

Su espíritu se le ha visto en numerosas ocasiones vagando  alrededor de la torre, sobre todo el día de los aniversarios de su ejecución, a veces aparece sola y otras frente a una procesión de espectros.

Solamente hay un lugar de la torre de Londres que parece inmune a tanta actividad paranormal, y es la Torre Blanca, y es que según la creencia de la época, al inicio de su construcción se practicó un rito con sacrificio animal incluido para mantenerla alejada de espíritus, algo comprobado, ya que durante su rehabilitación, fue encontrado un gato en el interior del muro maestro.

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